Crédito foto: Pirani Escrito por Pablo J. Gutiérrez F. III
Publicado en la columna de opinión de Praxis el 5 de febrero de 2024
Escuchar que la Caja del Seguro Social (CSS) no está quebrada[1] es querer tapar el sol con un dedo. Que el actual Vicepresidente, y también candidato presidencial por el partido gobernante, haya dicho en el Foro 2024, organizado por el diario La Prensa, que la CSS no está quebrada demuestra o un nivel enorme de desconocimiento del tema, o es cinismo puro y duro. Solo tenemos que analizar los datos de la CSS, en particular el programa bajo el cual se manejan nuestras jubilaciones y pensiones, el de Invalidez, Vejez, y Muerte (IVM), para conocer la realidad que le depararía a esta aseguradora pública y, por ende, al país. Aquí haremos un breve repaso de dichos datos y conoceremos, en términos generales, como se pudiese arreglar la situación que ya está tocando nuestra puerta.
Importantísimo entender primero que el IVM tiene dos subsistemas en el programa, los cuales son el Subsistema Exclusivamente de Beneficio Definido (SEBD) y el Subsistema Mixto (SM). El SEBD es el sistema que tiene el agujero negro de cerca de $75,000,000,000[2] – sí, setenta mil millones de dólares. Como referencia, este monto representa el 98% del Producto Interno Bruto (PIB) del 2022[3]. Si bien al SM hay que realizarle ajustes, tanto en su estructura, como en sus parámetros, no presenta un problema como el del SEBD. Por ende, el mal llamado “sistema solidario”, el cual realmente es un sistema piramidal e insolidario, está quebrado y nos afecta a todos. Solo tomando esto como base, podemos alegar que, a largo plazo, la CSS estaría quebrada.
Ahora, se preguntarán por qué estoy diciendo que el SEBD no es solidario, aun cuando en los medios de comunicación, y de la boca de algunos políticos y dirigentes, se escucha mucho acerca del “sistema solidario”. Hagamos un ejercicio muy sencillo para que se aprecie la realidad de este sistema y así poder determinar cuan solidario es.
Si hacemos una tabla escalonada por salarios, aportes al SEBD, y lo que reciben las personas al momento de jubilarse, notaremos algo muy curioso y es que las pensiones más elevadas, que le corresponden a aquellas que obtenían salarios más elevados en su vida laboral, son las que tienden a generar un mayor déficit (pérdida que se genera al restar los pagos de pensión menos los aportes realizados):
La manera en la que funciona el SEBD, y por lo cual algunos alegan solidaridad, es que los trabajadores que forman parte de este sistema pagan cuotas que mantienen a los actuales jubilados y pensionados. Haciendo referencia a una publicación de Praxis el 13 de diciembre de 2023, basa en data del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC), 72% de los empleados en Panamá tienen salarios menores a $1,000 al mes, y la mediana salarial llega a los $735.40; como referencia, solo 3.3% de los empleados ganan $3,000 o más al mes. Esto nos da a entender que las personas de menores salarios son las que terminan financiando las pensiones más elevadas; en otras palabras, las clases socioeconómicas más bajas subsidian a las clases más elevadas. ¿A esto le podemos llamar realmente solidario? Y ojo, esto no debe ser un llamado a la lucha de clases, ya que esto solo termina perjudicando aún más a las personas de estratos más bajos. Esto lo que debe ser es un llamado a que afrontemos la realidad y a que luchemos por reformar un sistema quebrado y que, a todas luces, carece de solidaridad real.
En la misma línea de los aportes que se realizan al sistema, vale la pena traer a la luz una realidad que poco se ha mencionado, y es el tema de la morosidad del gobierno ante la CSS. Mucho se habla – y con justa razón – de la morosidad del sector privado ante la entidad. Según los últimos datos, el sector privado aún le adeuda cerca de $294 millones a la CSS. Sin embargo, según los propios Estados Financieros de la aseguradora pública, al cierre del 2021[5] (últimos disponibles al momento de la redacción de este artículo) el gobierno le adeudaba más de $549 millones a la misma:
Tocará esperar a la publicación de los años 2022 y 2023 para conocer el comportamiento de estos pagos, mas la falta de transparencia nuevamente nos impide conocer a ciencia cierta la realidad en el manejo de los fondos de todos nosotros. Y digo de todos nosotros porque, de alguna manera u otra, el dinero que le adeuda el gobierno a la CSS sale de nuestros impuestos. La cuota obrero-patronal de la planilla del estado, los aportes por diferentes rubros, y los pagos obligatorios que realiza el gobierno a la aseguradora pública provienen, en un monto importante, de lo que nos quitan en impuesto sobre la renta y de lo que pagamos en otros impuestos (e.g. ITBMS). Por ello, el problema no es solo de los jubilados y pensionados, es un problema tuyo, mío, y de todos los que vivimos en Panamá.
Y que problema tenemos, ya que según las cifras de la Junta Técnica Actuarial (JTA) de la CSS, y del informe entregado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las reservas del programa se acaban en el 2024; es decir, se acaban este año[6].
Ahora bien, habiendo hecho una breve radiografía de la realidad del SEBD y del problema en general, toca ver cuáles son las posibles soluciones, lo cual haremos en un próximo artículo…
[1] Grabación del evento: https://www.youtube.com/watch?v=88yxGmGm3wY
[2] Ver presentación de la Junta Técnica Actuarial (JTA) ante el Diálogo por la CSS: https://tramites.css.gob.pa/dialogo/doc/295.pdf
[3] Data del PIB Nominal 2022 tomada de: https://www.anpanama.com/PIB-de-Panama-tuvo-un-crecimiento-del-13-en-el-2022-13903.note.aspx
[5] EEFF 2021: https://transparencia.css.gob.pa/wp-content/uploads/2023/06/Estados-Financieros-2021.pdf
[6] Misma cita para la JTA – para el informe de la OIT usar: https://cdn.corprensa.com/la-prensa/uploads/2022/09/19/Informe%20de%20la%20OIT.pdf
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