Foto: David Peinado/NurPhoto via Getty Images
¿Qué está pasando?
El viernes 26 de julio se anunció que el gobierno de Guatemala firmó un acuerdo de “Tercer País Seguro” con el gobierno de Donald Trump. Tras los reportes sobre las deplorables condiciones de los centros fronterizos, el gobierno americano ha estado desesperado por encontrar soluciones al elevado flujo migratorio del país.
El acuerdo con Guatemala fue firmado tras las amenazas hechas por Donald Trump de imponer aranceles contra el país centroamericano si no colaboraba en restringir la emigración de la región hacia el norte.
Foto: AFP
¿Qué es un tratado de “Tercer País Seguro”?
El tratado firmado por ambos países es una figura amparada dentro de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951. Este tipo de tratados son implementados para aliviar la carga de países que reciben mayor cantidad de solicitantes de asilo (como EE. UU.) y consiste en que un país puede remitir al solicitante de asilo a un tercer país que pueda darle las mismas condiciones de asilo.
La convención de 1951 estipula ciertas condiciones básicas que tienen que ser garantizadas para la aplicación del mecanismo de Tercer País Seguro.
El tercer país debe garantizar que los migrantes no serán retornados a sus países de origen sin un debido proceso.
Derechos básicos de ciudadanía como vivienda, seguridad social, etc.
Garantizar el derecho a la reunificación familiar.
El tratado entre Guatemala y Estados Unidos
El controversial acuerdo firmado entre Guatemala y Estados Unidos impide que migrantes que hayan pasado por Guatemala y no hayan pedido asilo allí, puedan hacerlo en Estados Unidos. Esta medida restringe principalmente la migración Centro Americana proveniente de Honduras y El Salvador (los dos países centroamericanos con mayor envío de migrantes hacia el norte hoy en día).
El acuerdo permite que Estados Unidos remita solicitantes de asilo a Guatemala para aliviar el sistema migratorio americano al obligar la solicitud de asilo en el país centroamericano.
Foto: Notimex
Reacciones al acuerdo
En un país como Guatemala, con un alto índice de migración hacia el norte, el acuerdo bilateral firmado a puertas cerradas no ha sido bien recibido en la población. Varias demandas han sido interpuestas ante la corte de Constitucionalidad Guatemalteca, y diferentes protestas se han desarrollado en Ciudad de Guatemala bajo el slogan “Guatemala no es una cárcel”.
El gobierno de Guatemala se niega a llamar el acuerdo un tratado de Tercer País Seguro, aunque sea la intención implícita del acuerdo. Sin embargo, las condiciones del sistema migratorio guatemalteco son cuestionables, y posiblemente no cuenten con las mismas condiciones del sistema migratorio estadounidense (violando las condiciones de 1951).
La sociedad civil guatemalteca se niega a colaborar en un sistema migratorio decadente, uniéndose a otros países como México que ya se han opuesto a servir como Tercer País Seguro ante la crisis que vive el sistema de asilo americano.
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