Reparemos Nuestra Democracia
En Panamá, la política y las promesas incumplidas van de la mano. Aquí y en toda la
región, el sistema político se creó unos 200 años atrás y no ha logrado adaptarse al
siglo XXI. En aquel entonces necesitábamos a un representante para ca da comunidad
o distrito, que fuera la voz mediadora entre la gente y el gobierno. Era la mejor
solución, ya que era costoso hacer llegar al gobierno los intereses y necesidades de las
personas.

David Rodnitzky, experto en marketing digital, imagina un mundo donde el gobierno
debe cumplir objetivos medibles. Los políticos creen que no les conviene cambiar el
sistema. Somos nosotros quienes debemos exigir este cambio, aplicando los principios
de la mercadotecnia digital al servicio de la democracia.
Existen dos problemas fundamentales en la actual dinámica electoral. Uno, los políticos
definen los problemas y a menudo no son los que el país realmente necesita resolver
con mayor urgencia. Dos, los políticos son elegidos por promesas que no son medibles.
Por el contrario, las campañas de mercadeo en línea se miden con “indicadores clave
de rendimiento”, mejor conocidos como KPI (por sus siglas en inglés). Todas las
campañas deberían ser SMART (Específicas, Medibles, Alcanzables, Realísticas y con
Tiempo asignado). Los jefes (los ciudadanos) decidimos los objetivos que queremos
alcanzar como país y los políticos deben administrar nuestros impuestos para cumplir
estas metas.
“¿No sería mejor que nuestro sistema político nos permitiera votar por los KPI y no solo
por los candidatos?” El objetivo es que al final de cada gobierno los electores tengamos