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Gary F. Martin Narbona

Reparemos Nuestra Democracia


En Panamá, la política y las promesas incumplidas van de la mano. Aquí y en toda la

región, el sistema político se creó unos 200 años atrás y no ha logrado adaptarse al

siglo XXI. En aquel entonces necesitábamos a un representante para ca da comunidad

o distrito, que fuera la voz mediadora entre la gente y el gobierno. Era la mejor

solución, ya que era costoso hacer llegar al gobierno los intereses y necesidades de las

personas.

David Rodnitzky, experto en marketing digital, imagina un mundo donde el gobierno

debe cumplir objetivos medibles. Los políticos creen que no les conviene cambiar el

sistema. Somos nosotros quienes debemos exigir este cambio, aplicando los principios

de la mercadotecnia digital al servicio de la democracia.

Existen dos problemas fundamentales en la actual dinámica electoral. Uno, los políticos

definen los problemas y a menudo no son los que el país realmente necesita resolver

con mayor urgencia. Dos, los políticos son elegidos por promesas que no son medibles.

Por el contrario, las campañas de mercadeo en línea se miden con “indicadores clave

de rendimiento”, mejor conocidos como KPI (por sus siglas en inglés). Todas las

campañas deberían ser SMART (Específicas, Medibles, Alcanzables, Realísticas y con

Tiempo asignado). Los jefes (los ciudadanos) decidimos los objetivos que queremos

alcanzar como país y los políticos deben administrar nuestros impuestos para cumplir

estas metas.

“¿No sería mejor que nuestro sistema político nos permitiera votar por los KPI y no solo

por los candidatos?” El objetivo es que al final de cada gobierno los electores tengamos

indicadores reales que determinen si X candidato fue efectivo o no. Una métrica para

obtener el ROI (Retorno de la Inversión) de cada político panameño nos permitiría

cuantificar el rendimiento de nuestros representantes para saber con claridad qué valor

aportan estos empleados públicos. Si no aportan nada útil al país, podríamos ver

exactamente qué hizo mal para así impulsar la competencia y la búsqueda de nuevas

ideas que sí aporten valor al país.

Estamos desarrollando una plataforma digital, llamada “Ágora Panamá”, con la ayuda

del código abierto que ofrece Democracia en Red, un sitio web para debatir y votar por

propuestas y soluciones. La idea es tener un gobierno más abierto y participativo. El

software organiza los argumentos y permite llegar a mejores soluciones de forma

sistemática. A mi parecer, 3.9 millones de cabezas piensan mejor que dos.

La plataforma usa un sistema de peticiones online para crear un gobierno más

participativo entre los ciudadanos y los políticos. Queremos que las personas entren a

la red a participar y debatir, planteando soluciones concretas, y votando para aportar a

los problemas que enfrentamos como país.

Seamos realistas: son pocos los que pueden dejar todo a un lado para asistir una vez a

la semana a la junta de su comunidad. Las personas trabajan y el tranque no

ayuda. Participar en política no debería ser tan complicado. La gente está interesada

en participar, pero muchos no podemos dedicarnos a una vida pública.

Una campaña que diga “vota por mí y acabaremos con el narcotráfico” no es suficiente.

Tendría que ser algo como: “Para el año 2019, reduciremos el número de personas

asesinadas por el tráfico de drogas a un 20%, en relación con 2016 (según el Banco

Mundial de Datos por ejemplo) y con una reducción del 10% del presupuesto dirigido a

la guerra contra las drogas por parte del gobierno panameño. Este KPI será asignado

al ministro X, encargado y responsable del proyecto tal”. Luego de que la población

llegue a un acuerdo con los KPI, los candidatos tendrán que desarrollar un plan para

cumplir con estos objetivos. Una vez electos, todo el país estaría mejor informado

sobre el rendimiento de nuestros líderes.

Si exigimos los KPI a nuestros gobernantes y a las instituciones tendríamos una idea

cuantificada del rendimiento en sus labores al final de cada mes, año o gobierno. Así,

podríamos evaluar y tomar decisiones puntuales en caso de que el candidato o político

electo no cumple con las metas. ¿Cómo esperamos que nuestro presidente sepa

manejar los problemas del país, si no sabe reconocer cuáles son estos problemas?

Una red en línea, métricas y una participación abierta con nuestro gobierno nos

ayudaría a conseguir resultados positivos para todos.

El autor es consultor de mercadotecnia.

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